10 noviembre 2011

Me juraste eterno amor a la sombra de un cocotero

Querida dulce Mey, espero que al recibo de la presente te encuentres bien. Yo estoy muy bien, te extraño mucho, hace tiempo que no hablo contigo. Tú no me escribes nunca.

Estoy en Santo Domingo, me fui a escuchar merengues y bachatas, en vez de cantos de sirena. Allí ya sé que solo se escucha eso y me imagino que estarás contenta con esos cantos. Me alegro contigo por los resultados que tendrán las próximas elecciones, se que eres una mujer de fe.

Como me hubiese gustado estar tocado por esa gracia, pero el señor no lo quiso y ante eso no se puede hacer nada.

Te gustaría esto, aquí la gente es muy alegre y piensan más en el hoy que en el mañana. Santo Domingo fue la primera ciudad que se hizo en el Nuevo Mundo, cuando les descubrimos. No descubrimos a los que viven ahora, fue a otros, pero se nos murieron y llevamos esclavos negros. Los de ahora son descendientes de ellos y llevan la sonrisa en la boca y el baile en el cuerpo. Se dice que nosotros les enseñamos la salvación eterna, puede ser, pero entre esos nosotros no cuento yo.

"Gatita" está muy contenta y envia recuerdos para tu gata "Luna", se pasa el día tumbada al sol, arreglandose las uñas, ya la ves en la foto.

La ciudad colonial es muy bonita, tiene hasta un parque dedicado a Colón, y quedan muchos edificios de la época colonial. La catedral de Santa María se terminó en 1544, es la catedral más antigua de América, es un edificio con partes góticas y otras platerescas, una belleza. Es una lástima que las calles están llenas de tiendas para turistas que han desplazado los colmados de siempre.

Veo todos los días a Cristina preciosa, la lectora del blog, y ayer me llevo por la tarde a Santiago de los Caballeros, otra ciudad muy bonita, era la preferida de Cristóbal Colón. Antes de cenar, fuimos al parque Duarte a tomar unas “frías”, así llaman acá a las cervezas. Luego cenamos “Moro de Guandules con coco”, un plato que te habría gustado y estuvimos por varios colmados tomando “frías”, yo aprendiendo a bailar merengue. La gata lo hace mejor que yo que tengo las caderas muy rígidas, me falta gracia de cintura para abajo, porque bracear, braceo bien.

Pero dejo de contarte mis andanzas, ya ves que no tienen mayor interés, es la típica vida de turista desocupado. Por la mañana leo a los poetas locales en la orilla del mar a la sombra de un cocotero, dime si te gusta este poema.

Una mujer está sola.
Sola con su estatura. Con los brazos abiertos.
Con el corazón abierto como un silencio ancho.
Espera en la desesperada y desesperante noche
sin perder la esperanza
una mujer está sola

piensa que ahora todo es nada
y nadie dice nada de las fiestas
o el luto
de la sangre que salta
de la sangre que corre
de la sangre que gesta
o muere de la muerte.

Es de Aída Cartagena Portalatín de su libro “Una mujer está sola” (1955). ¿Es bonito verdad? ¿Y este otro que también es de ella? (Del libro “Víspera del Sueño. Poemas para un atardecer” 1944) Este poema se que también le gustaría a Marisa reina. Se le enviaré por correo si puedo. María Matilde, la dueña de la pensión, me deja conectarme solo por las noches.

Sed del dolor

El llanto de la tarde se apagó en la montaña
las palomas del sueño se han herido en las alas
la infinita ternura con que el olvido
acuna el dolor
para hacerlo olvidar
es una queja vaga rezagada en la arena
donde el dolor se abre
pero el agua no llega.

Ya ves en que gasto el tiempo mi dulce Mey. Vivir no es difícil si sabemos cómo ir muriendo despacito y entretenidos, y hay tantas cosas para entretenernos…

Estoy intentando aprender cocina dominicana para contaros a ti y a Jeorgina bonita, pero como estoy de pensión no puedo entrenar, aun no tengo confianza con la patrona para que me deje los fogones.

Me escribió linda Carmen para recomendarme una receta y un libro, vio la carta que le escribí ayer a Jeorgina, y me recomienda que lea “Pájaros sin vuelo” de Luis Mateo Diez. Creo que me lo recomienda porque Luis es un buen amigo suyo, no obstante escribe bien, leí hace tiempo “La Fuente de la Edad”, creo que le dieron por ese libro el Premio Nacional de literatura en 1986 y es un libro que está muy bien, mejor que muchos de los que se recomiendan en las listas de éxitos. Leeré “Pájaros sin vuelo”.

El libro trata sobre un sujeto aquejado de una corrosiva falta de voluntad y de un estreñimiento pertinaz, cosa bastante normal en el mundo de hoy, pero Mateo Díaz lo cuenta mejor. En la contraportada dice: “Hay pájaros que llevan el perdigón en el alma y los hay que no son capaces de levantar el vuelo, que no pueden volar y deben conformarse con arrastrar las alas con la resignación de quien no asume otras responsabilidades”

Ya ves dulce Mey, le pasa casi como a mí, salvo que yo, al no tener alma, no llevo ahí el perdigón. Creo que estará bien para leer a la sombra de un mango. La receta que me pasó ya te la contaré otro día, es para hacer "Raya a la mantequilla negra", tiene buena pinta.

Me tienes que contar los avatares de la campaña electoral, aquí no llegan los detalles y veo casi siempre la televisión local, que tiene unos culebrones divinos, ahora están pasando "Contracorriente" por el canal Telesistema. Es una telenovela instructiva, ya te contaré cuando vuelva.

Yo te puedo contar sobre las noticias de acá, de América. Mira, en Nicaragua ya tuvieron elecciones y ganó el de siempre, bueno el de hace 8 años. El ex comandante guerrillero, ahora católico perpetuado en el poder, Daniel Ortega. Ya ves Mey, hubo un tiempo que creí en él, cuando tenía fe, ahora no es que no crea en él, es que desconfío. ¡Cómo les gusta el poder! y como dijo alguien, por sus hechos les conoceréis.

Las noticias de aquí, de Santo Domingo, no te creas que las entiendo del todo, ayer decía un titular del periódico Panorama, “SP inicia jornada de vacunación a envejecientes contra influenza” y no te creas que se que es eso. ¿Seré yo envejeciente? ¿Contra qué influencia me tendría que vacunar? Lo que es seguro, es que no será contra tu influencia, pero si me tengo que vacunar de algo, lo hago.

Otra noticia que me ha dejado pasmado ha sido esta: “Vacas robadas son transportadas en ambulancias y yipetas”. No me ha extrañado que las lleven en ambulancia, que me parece normal, no estarían bien las vacas, pero que las monten en yipetas me ha llamado la atención.

Bueno dulce Mey, tengo que despedirme, espero recibir noticias tuyas pronto. Cuéntame tus alegrías, ya sabes que siempre me alegro contigo a pesar de mis pesares. Estoy preocupado por las plantas de la terraza, los crisantemos les deje en flor, posiblemente vuelva pronto.

Un beso del que siempre te recuerda.


1 comentario:

  1. Desde el día que en el cierro del monte,
    cogida la falda
    el arroyo al cruzar, me dijiste
    sonriendo: ¿me pasas?...
    y tus brazos ciñeron mi cuello,
    y al pasarte sentí muchas ganas,
    de que fuera muy ancho el arroyo,
    de que fueran muy hondas sus aguas...
    desde el día que te cuento, trigueña,
    ¡yo quisiera ser burro de carga!...

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