He soñado una fuga con el ventilador.

La gatita y yo tenemos celulitis. La mía es peor, es como la del San Bartolomé de José Ribera, -el San Bartolomé que es san Felipe- se me caen las carnes. 

La gata haciendo pilates seguro que recupera. Yo creo necesitar un reajuste de las válvulas, porque mi celulitis está repartida por igual entre el cuerpo y el cerebro  y esta última necesita un reglaje de la válvula de admisión.
 

La celulitis del cerebro produce confusión, y es exactamente lo que me pasa a mí, cada vez más confuso. No entiendo nada y cualquier día, si esto continua, empezaré a estar borroso.
 

El cuadro del Martirio de San Felipe de José Ribera, siempre se llamó el martirio de San Bartolomé y no lo entiendo, porque hace mas de 60 años ya decíamos que no podía ser. Faltaba el cuchillo para desollarle, luego tenía que ser Felipe, menos mal que eso se arreglo hace ya tiempo.

Te voy a dejar una foto del cuadro, Jeorgina bonita, y cuando vengas iremos al Prado a verle. En el Museo del Prado tiene cuadros muy bonitos. Porque este del corderito de Zurbarán, es la vida misma, ¿no le oyes como bala?
 

La Sociedad General de Autores, -de España, las otras supongo que también- nos llama piratas porque nos dejamos los libros y nos prestamos canciones, pero los directivos son presuntos bandoleros que se quedaban con los dineros de los socios. ¡Vaya pajarillos!.

Hablando de pajarillos acabo de recordar la historia de Strauss-Kahn,  presidente del Fondo Monetario Internacional. No sé si la recuerdas Jeorgina bonita, que le detuvieron por acosar a la mucama del hotel, pues bueno, ayer contaba el diario que el fiscal ha retirado los cargos, porque cuando han vuelto a interrogar a la camarera, ha caído en contradicciones.
 

Que mala esa mujer que ha querido enredar al pobre presidente de Fondo Monetario. En el blog del 16 de Mayo propuse hacer una porra sobre si le juzgaban o no, y fue porque me maliciaba que era todo un montaje de la mucama. ¿Por qué no creerás Jeorgina que la han pagado para que se contradiga o cambie de opinión?
 

Pero mira, lo que de verdad me preocupa es lo que me ha contado Cristina preciosa, una de nuestras lectoras. Se le ha suicidado el ventilador. Tal como lo oyes. No tengo de momento más información, ni sé que método utilizó, ni las razones que le llevaron a ello. No creo que ella tenga nada que ver en el asunto, Cristina preciosa es una mujer muy sensata y no me creo que haya estresado al ventilador, exigiéndole demasiado, al punto de haberle empujado al suicidio. Pudo ser que el ventilador se haya leído el libro “La Diosa Erótica” de Alessandra Rampolla y los nervios le han traicionado. Tuvo que leerlo en papel, porque por aquí no le he visto.
 

Me imagino al pobre, anclado en el suelo, pasando las hojas  del libro lentamente con el soplo de su aliento, mientras observaba a Cristina leer abstraida y sin hacerle caso. Que descanse en paz. Y a modo de epitafio pondré un verso de José Caballero Bonald, “Doble vida”. Estos versos valen igual para mi celulitis.
 

Entre dos luces, entre dos
historias, entre
dos filos permanezco,
también entre dos únicas
equivalencias con la vida.

Mi memoria equidista de un espacio
donde no estuve nunca:
ya no me queda sitio sino tiempo.

Tampoco me ha contado Cristina si le han hecho la autopsia, ni cuándo será el sepelio. Desconozco el grado de confianza e intimidad que había entre ellos, pero supongo que alguna que otra vez el ventilador habría acariciado dulcemente sus pechos o al menos, posado su fresco aliento en sus labios. Pero no quiero hacer mas conjeturas, te seguiré informando Jeorgina bonita sobre este luctuoso suceso. A Cristina preciosa si la debería recomendar que cuando menos encargue un pequeño panteón para él. Algo sencillo como el de la foto esta del cementerio de Niza.

Alessandra Rampolla -la del libro que pudo haber leído el ventilador- es la primera sexóloga en alcanzar el nivel mediático de una estrella. En este, su segundo libro, hace foco en la sexualidad femenina para que toda mujer pueda transformarse en una verdadera diosa erótica. Tú si puedes leerle, Jeorgina bonita, sin grave peligro para el alma, el problema en el ventilador pudo ser que era macho.
 

Para leer, Jeorgina, te voy a recomendar los libros de Irène Némirovsky. Esta señora era ucraniana, nació en Kiev en 1903, pero vivio en Francia y escribió en francés y los franceses de Vichy la detuvieron por judía y la deportaron a Auschwitz, donde murió en 1942. El marido corrió igual suerte, las hijas tenían el manuscrito de su novela “Suite francesa” y se publicó recientemente. La novela está inacabada, pero vale la pena leerla.
 

En la primera se narra la huida de París, tras la ocupación de Francia por los alemanes y en ese éxodo forzoso se mostrará, la confusión de los vencidos, la hipocresía de los poderosos y la bajeza en la que muchos cayeron como fruto de aquella hecatombe militar. El ejército invasor apenas es mencionado; las injusticias, los desórdenes y los ultrajes provienen siempre de compatriotas. Son los propios franceses, en su huida desesperada, los que se degradan como seres humanos, robándose entre sí los alimentos o la gasolina, abandonando a su suerte a los más desfavorecidos y comportándose como animales irracionales.

 
En la segunda parte la narración se centra en mostrar esa convivencia forzosa de vencedores y vencidos, que provoca situaciones de muy diferente cariz, desde violentos roces hasta enamoramientos apasionados. Némirovsky se muestra especialmente sañuda con sus compatriotas, mientras que los alemanes son presentados como personas correctas, hasta cierto punto amables y considerados con sus ‘anfitriones’.
 

A ella la detuvieron los franceses y los educados alemanes solo fueron verdugos. No sabía ella todavía lo educados que eran. También puedes leer otras novelas de la misma autora. Está muy bien y es cortita “El baile”. Trata sobre la sobre la venganza de una adolescente, hija de unos burgueses de pro que no la dejan asistir a la fiesta organizado por los padres. Muy bonita, y estas novelas están por aquí.

Ayer domingo no acudió al desayuno Jema guapa, estuve esperándola con un zumo de naranja y los cruasanes recién hechos y nada, no llegó. Café no quise hacer hasta que llegase, para que no se enfriase. Pero si le voy una poesía, Cesar Vallejo creo que me dijo que le gusta mucho.

Desnudo en barro

Como horribles batracios a la atmósfera,
suben visajes lúgubres al labio.
Por el Sahara azul de la Sustancia
camina un verso gris, un dromedario.

Fosforece un mohín de sueños crueles.
Y el ciego que murió lleno de voces
de nieve. Y madrugar, poeta, nómada,
al crudísimo día de ser hombre.

Las Horas van febriles, y en los ángulos
abortan rubios siglos de ventura.
¡Quién tira tanto el hilo: quién descuelga
sin piedad nuestros nervios,
cordeles ya gastados, a la tumba!

¡Amor! Y tú también. Pedradas negras
se engendran en tu máscara y la rompen.
¡La tumba es todavía
un sexo de mujer que atrae al hombre!