¡Uff!, que calor hace hoy. No está el día para sentarse a leer en la cama. Tampoco en la terraza, debería de cambiar el escenario y buscar un árbol frondoso y fresco. Podría ir a Punta del Este, pero allí hará demasiado frío y puede llover. Aguantare aquí con la gata. ¿Te parece bien Jeorgina bonita?
La foto es de un San Pedro que han puesto en el tejado con motivo de la visita del Papa.
Madrid se nos ha llenado de peregrinos, pero no llevan ni bastón ni conchas. Van con mochilas y cantan eso tan bonito de “Jerusalén venimos todos...” Y como hace tanto calor, y no se sabe si Dios estaba de vacaciones, se han intoxicado un grupito de peregrinos que pasaban unos días en Granada. Ya están bien a Dios gracias.
Con el motivo de la visita del Papa, están saliendo los rencorosos para hablar mal de la iglesia. Ya hace unos días salieron diciendo que se estaban quedando con los terrenos comunales de los pueblos. Los que amortizó Mendizábal, un ministro de hace tiempo.
Los laicos y los sin dios, y algunos engañados, quieren hacer una manifestación cuyo lema es “De mis impuestos al Papa cero”. Como si le importase al Papa el dinero, no señor, no le importa, que ya le subió el gobierno la asignación a través de los impuestos.
Y ya por protestar, les hay que protestan por que se utilizan las fachadas de los edificios públicos, los de la administración regentada por nuestra derecha, para hacer publicidad sobre la JMJ y de paso acercarnos a la verdad revelada. Qué ignorantes, no saben que la Iglesia es universal y detentadora de la revelación divina. El Papa es infalible, lo dijo Dios por boca, o mano porque lo escribió, de Pio Nono hace más de ciento cuarenta años. Lo escribió en Pastor Æternus el año de gracia de 1870.
Ya ves Jeorgina bonita como está el patio, y mientras nadie se acuerda de los somalís, siguen necesitando de todo y no llega suficiente ayuda. Seguro que sale alguno diciendo que en vez de homenajear al Pontífice, deberían mandar el dinero a los negritos. Pues no. Se les ayudará- que hay para todo y aunque no sean hijos de dios, del dios nuestro- les van a llevar unas televisiones para que puedan seguir los sencillos actos religiosos.
Y como hoy es la Virgen de la Paloma, y de muchas otras vírgenes, hay fiestas en la mayoría de los pueblos de España. Como una buena fiesta no es tal sin toros, tenemos un ciudadano menos, muerto a manos, o cuernos, de “Ratón”, un toro de diez años, que lleva ya cinco haciendo las delicias de pequeños y mayores, por los pueblos de la región valenciana.
Es un toro de alquiler, se alquila por horas. La hora se cotiza a 10.000 euros. El dueño del toro está muy contento con el animal y le quiere clonar, para tener otro igual cuando éste falte. Al animal parece que no le ha preguntado nadie si quiere clonar a alguien. De momento se conforma el bicho en arremeter contra los que se ponen delante. Puede que sea rencor contra la raza humana. ¿Qué se puede esperar de un animal?
Pero mira Marisa reina, voy a poner unas canciones. Una de ellas, la de Manchi, me la envió Cristina preciosa, la corresponsal en Castilla. Cuando la oigo se me saltan las lágrimas, es preciosa.
http://youtu.be/XLBCvvhOwBY
Otro día buscaré algún pasodoble para poner el enlace y ahora pondré un poema, “Elegía” de Efraín Huerta (1914-1982), un poeta mexicano y mientras le lees, Marisa reina, puedes escuchar esta canción de un medio corrido poco corrido. http://youtu.be/AfdjXWX4Y3Y
Ahora te soñé, así como eras: sin deslices en la voz,
con inmóviles sombras en los brazos
y tus genitales segundos de estatua.
Así como eres todavía: copiándote a ti misma,
cuando no eres ya sino la espuma de tu propia vida.
Bien te sentí en mi sueño como verso divinizado.
Mi tristeza no cabía en el fondo de mi dolor
y fue a manchar la noche de violeta.
El propio ruido de tus piernas habría despertado
los estanques, los recuerdos que a veces olvidamos
en los huecos de los jardines,
las horas que nunca fueron más allá
de donde hoy se desangran segundo por segundo,
el silencio de muchas ventanas,
antiguos y pulidos razonamientos, montañas de destinos.
De un seno tuyo al otro sollozaba un poco de ternura.
Jeorgina me ha aconsejado leer una novela de Arto Paasilinna, un escritor finlandés que no está en la línea de la novela negra nórdica que está tan de moda. Me dice que “lo suyo es un humor negro, la ironía – a la que eres afecto- y por eso pensé en recomendártelo” No sé porque dirá que soy afecto a la ironía.
Se trata de la novela “El bosque de los zorros”, un texto con situaciones sumamente jocosas, que sobrepasa lo políticamente correcto, y que trata de un vago, Oiva Juntunen, un gánster que convence a otros de dar golpes por él. Pero todo se complica cuando sus cómplices están a punto de salir de la cárcel y se siente amenazado porque no vaya a ser que tenga que compartir su botín con otros. Entonces decide irse al Bosque de los zorros ladinos de la tundra de Laponia y allí hace amistades con nuevos personajes.
Jeorgina dice que también le gustó la novela porque así sabe más de los finlandeses. Por lo que me cuenta, Botnia, una empresa finlandesa, puso una papelera cerca de su casa y tuvieron que ir al Tribunal de la Haya a protestar.
Bueno, pues con las dudas y deshilachados acostumbrados me tengo que despedir, y lo haré con estos versos de Félix Grande. Poeta español nacido en 1937.
El vino a solas, la memoria ardiendo
Sombra, qué tarde llegas y te vas qué temprano.
Te has sentado en mis sillas, perfumando mi pieza.
Llovían mis propios años sobre mi pelo cano.
Discretamente heme revolcado en tristeza.
Sagrada es la inocencia con su olor a verano,
y con su olor a mundo sagrada es la belleza.
Vienen toros de nieve lamiéndome la mano;
y el Tiempo, en la ventana aplasta su cabeza.
Delicada catástrofe; desgracia taciturna.
La escasa fe maltrecha que queda se embadurna
en interrogaciones sin futuro ni afán.
Y me he quedado solo, sin sombra, mortecino,
rebuscando calor en mi aterido vino.
La vida nos engaña, las cosas se nos van.
Se trata de la novela “El bosque de los zorros”, un texto con situaciones sumamente jocosas, que sobrepasa lo políticamente correcto, y que trata de un vago, Oiva Juntunen, un gánster que convence a otros de dar golpes por él. Pero todo se complica cuando sus cómplices están a punto de salir de la cárcel y se siente amenazado porque no vaya a ser que tenga que compartir su botín con otros. Entonces decide irse al Bosque de los zorros ladinos de la tundra de Laponia y allí hace amistades con nuevos personajes.
Jeorgina dice que también le gustó la novela porque así sabe más de los finlandeses. Por lo que me cuenta, Botnia, una empresa finlandesa, puso una papelera cerca de su casa y tuvieron que ir al Tribunal de la Haya a protestar.
Bueno, pues con las dudas y deshilachados acostumbrados me tengo que despedir, y lo haré con estos versos de Félix Grande. Poeta español nacido en 1937.
El vino a solas, la memoria ardiendo
Sombra, qué tarde llegas y te vas qué temprano.
Te has sentado en mis sillas, perfumando mi pieza.
Llovían mis propios años sobre mi pelo cano.
Discretamente heme revolcado en tristeza.
Sagrada es la inocencia con su olor a verano,
y con su olor a mundo sagrada es la belleza.
Vienen toros de nieve lamiéndome la mano;
y el Tiempo, en la ventana aplasta su cabeza.
Delicada catástrofe; desgracia taciturna.
La escasa fe maltrecha que queda se embadurna
en interrogaciones sin futuro ni afán.
Y me he quedado solo, sin sombra, mortecino,
rebuscando calor en mi aterido vino.
La vida nos engaña, las cosas se nos van.
Y estos son unos "zingaros" tocando bonitas canciones. Todo el mundo está de fiesta.
...la ironia es la tristeza que rie...
ResponderEliminarme sigue gustando tu estilo
abrazos desde valladolid
buen escrito si señor!!! un saludo
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