18 agosto 2011

Llovió el día de la emigración del silencio.

Hoy nos hemos vuelto a leer a la cama. Ha llovido un poquito, está nublado y por tanto, el tiempo es más fresco. La gata se ha sentado también a leer, pero está empeñada en ser Papisa de los gatos, y anda leyendo libros de teología. El de la foto es un teólogo amigo de la gata.

Ya no estoy endemoniado como ayer, los peregrinos han abandonado el Metro y hoy he vuelto a ir sentadito y fresco. No sé si estarán, según mi propuesta, cruzándose y refinándonos la raza.

Ayer por la noche, tal como nos temíamos, ha habido enfrentamientos entre los peregrinos y algunos manifestantes contrarios a la visita papal. Digo como nos temíamos, porque entre los peregrinos hay de todo y aun cuando ya se había detenido a alguno de ellos, podían quedar más. Los enfrentamientos solo han sido verbales y los no papistas sí se han enfrentado con la policía.

El martes se había detenido a uno de los peregrinos, un estudiante mexicano que estaba de voluntario en la organización de la JMJ. Por lo que se ve, era un chico de letras –era estudiante- y había leído que la fe  hay que imponerla con espada y fuego. En el diario digital La voz libre, tenía colgadas algunas frases como: "Las molotov ya están listas. ¿Quién será el valiente que arrojará una sobre la espalda de un maricón de mierda antipapa?". Tenía todo tipo de sustancia para reconducir a los malvados al camino del amor y la verdad.

En la edición digital de El País, se dice que dijo: …daba las gracias a su "lucha", aseguraba tener 200 litros de ácido clorhídrico, 50 botellas de bromuro de bencilo y pedía voluntarios para esparcir "gas cloro" entre "esas porquerías desechos de vida". "A matar maricones en nombre de Dios". Qué bonito es lo del amor a Dios.

A mí, mi madre, que era muy del Papa, siempre me dijo que dos no pelean si uno no quiere. Y como sobre esto hemos hablado-escrito suficiente por hoy, vamos a lo nuestro. 

Ayer no te recomendé nada para leer Jeorgina bonita, y hoy he recordado un libro que me gustó mucho. “Tiempo de silencio” que además es un libro fácil de leer. Le escribió Luis Martin-Santos (1924-1964), fue un escritor español que solo escribió este libro, se publicó censurado en 1962 y sin censurar en 1981. Si escribió artículos y ensayos sobre psiquiatría, era médico psiquiatra. También esta, es una de las mejores novelas españolas del siglo XX y le podemos leer, está muerto. Y creo que le he visto por aquí.

En el momento que se publica la novela, se llevaba el realismo social, pero esta es de un “realismo dialéctico”, esto último lo dijo él. Sobre el libro se hizo una película, pero no recuerdo que fuese muy buena.

Y para contarte yo- que no lo contaría bien- te copio lo que dice Wikipedia.

“El protagonista de la novela es Pedro, un joven médico investigador en Madrid a finales de la década de los 40. La paupérrima situación económica y social impiden el avance de sus investigaciones sobre el cáncer que realiza en una cepa de ratones. Estos ratones habían sido traídos desde Estados Unidos y no se había podido mantener un ritmo de reproducción superior al de su muerte.

Su ayudante en el laboratorio, Amador, había regalado meses antes algunos ejemplares a un pariente suyo, el Muecas, que sí había conseguido que se reprodujesen.

Tras la visita de Pedro y Amador a las chabolas en las que vive "el Muecas", este recurre a Pedro cuando su hija, Florita, se desangra debido a un aborto realizado por él mismo. La chica muere cuando Pedro, que no es médico, intenta salvarla. Durante la novela se nos muestra la pensión en la que vive Pedro- donde vive una familia de mujeres (abuela, madre y nieta)- que pretenden que él mantenga una relación con la más pequeña, Dorita; el mundo juvenil madrileño, como el Café Gijón, los prostíbulos y las fiestas y conferencias de la alta sociedad.

Pedro es arrestado como posible culpable de la muerte. Consigue salir libre gracias a la influencia de algunos amigos. Días después, el novio de la muerta, "Cartucho", mata a Dorita.” Como verás la novela promete.
Ya puestos en estas andadas, te voy a recomendar otro libro, “El Jarama” de Rafael Sánchez Ferlosio, este te le recomiendo porque es bueno, pero no me gusta el autor. Me ha caído mal por la carta que escribe hoy al diario El País. En síntesis dice que si soy ateo no creo en el amor y si soy agnóstico que no ladro, y ¿sabes lo que pienso yo? que como es mayor, nació en 1927, ha perdido la cabeza. ¿Y que seré, ateo o agnóstico?

Pero el libro está muy bien, debes de leerle, se publicó en 1955. Narra dieciséis horas en la vida de once amigos, un domingo de verano, de excursión en las riberas del río Jarama. Primero cuenta las conversaciones en la orilla del río, luego en un “chiringuito”, la taberna de Mauricio, donde los parroquianos beben, discuten y juegan a las cartas, y por último en el río y en la arboleda de la orilla, donde reposan y conversan. Qué quieres que te diga, pero la crítica opina que es otra de las mejores novelas españolas del siglo XX. Lee el libro que te gustará.

Hace unos días me decía Jeorgina, que podíamos deberíamos dedicarnos a la moda y vestirnos como negros para juntarnos a leer y te soy sincero, no me pareció mal guardar un poquito la etiqueta. Estar siempre en camiseta no es correcto y siempre de negros tampoco es plan.

Por este motivo he estado mirando revistas de moda y he encontrado unos conjuntos a lunares que te vendrían bien. Te dejo la foto con los modelos. Yo me he comprado una corbata de lazo y estoy mirando algún terno un poquito juvenil. Ya te diré.

Tengo una noticia bomba que me tiene quemado. La princesa de Suecia está embarazada de su marido. ¿No me digas que no hubiese estado bien ella para nuestro príncipe? Todo habrían sido beneficios. Mejorábamos la raza al traer sangre de fuera, uníamos las dos coronas, - en eso creo que salíamos ganando- y se casaba con una de su categoría. Y ya ves ella se casó con otro y nuestro príncipe con una plebeya.

También es plebeya la del príncipe Guillermo, pero no es lo mismo, porque vaya hermana que tiene la  ahora, princesa. Pippa está libre, creemos, deberíamos buscar algún arreglo antes de que se la quede algún aristócrata. Porque siempre pasa lo mismo, si una plebeya sale guapa, enseguida se la pide la aristocracia y si empezamos así, nosotros, los plebeyos, vamos a pedirnos a las princesas.

Por último voy a poner una poesía de Federico García Lorca, porque me recordó Celina, una de nuestras lectoras, que hoy se cumplen 75 años de su asesinato por los amigos del que no fue muy dictador. Lo dice el Diccionario de la Academia de la Historia.

Vamos, el diccionario es muy bueno y los rencorosos de siempre le critican, fíjate Marisa reina que en el diccionario viene hasta la biografía de la condesa de Berantevilla, y ocupa más que las de Santiago Carrillo o Carrero Blanco.

No es gratuita esta diferencia, solo con ver los méritos de la condesa lo entenderás. En 39 temporadas de caza disparó 3.175 cartuchos, con un promedio de 2,9 tiros por res muerta, incluidas las rematadas. ¿Y los otros qué hicieron?, pues nada, por eso tiene menos extensión sus biografías.

De paso he comprendido que yo nunca estaré en el diccionario. Solo una vez disparé con una escopeta y maté un pajarillo. Te lo voy a contar Marisa reina. Fui de caza, a la mano, con uno de mis tíos, yo tendría como catorce años. Estuvimos toda la tarde y los conejos y las perdices y esos bichos se habían ido al campo, porque allí no estaban.

Toda la tarde estuve pidiendo que me dejase la escopeta y ya de vuelta, supongo que mareado de oírme, me la dejo para que tirase a un pajarillo que estaba en un zarzal, y le di. Cuando le cogí, calentito y abriendo el pico, casi se me parte el alma y nunca más he disparado un tiro. En la mili alguno, pero daba parte de mis balas al del al lado, me parecía que hacían mucho ruido.

Claro con esos antecedentes nunca saldré en el diccionario  que le vamos a hacer…
La poesía para Jema y mañana seguiré.

Casida de las palomas oscuras
 
Por las ramas del laurel
vi dos palomas oscuras.
La una era el Sol,
la otra la Luna.
«Vecinitas», les dije:
«¿Dónde está mi sepultura?» 
«En mi cola», dijo el Sol.
«En mi garganta», dijo la Luna.
Y yo que estaba caminando
con la tierra por la cintura
vi dos águilas de nieve
y una muchacha desnuda.
La una era la otra
y la muchacha era ninguna.
«Aguilitas», les dije:
«¿dónde está mi sepultura?» 
«En mi cola» , dijo el Sol.
«En mi garganta», dijo la Luna.
Por las ramas del laurel
vi dos palomas desnudas.
La una era la otra
y las dos eran ninguna.

3 comentarios:

  1. Leido, el blog. Está completo y excelente.
    Un abrazo desde Centroamerica.

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  2. anda chico, te has contagiado
    de las vibraciones de madrid
    bravissimo!!!!!!
    desde valladolid

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  3. Te compraste la corbata de lazo para alguna salida especial a Castellana 8? Un beso a tu gata....

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