El cielo se ha dibujado de nubes. Y aquí estoy, en la cama con “Gatita”, leyéndome con Jeorgina. Hoy, el sol no señala la cama con su diagonal, solo las orquídeas nos miran. He puesto la foto de esta orquídea para Jeorgina, el amarillo es el color que más le gusta, me lo dijo hace unos días.
Ayer me escribió Jema, refugiada en su cama, allí, en Biobío donde ella vive. Cuenta, que amaneció un día helado de otoño, con una llovizna suave y neblina, dice que el día esta triste y por eso prefiere ver el jardín desde la cama. Ya os hablare más de ella.
Hace un par de días, le dieron el Premio Cervantes a Ana María Matute, es una abuelita que escribe muy bien y pronunció un discurso muy celebrado por los asistentes al acto. Hizo un elogio de la invención con palabras como estas. “San Juan dijo: El que no ama está muerto y yo me atrevo a decir: El que no inventa, no vive” Y yo estoy plenamente de acuerdo con esto, por eso me invente a Jeorgina, ¿o me inventó ella a mi?
Hace un par de días, le dieron el Premio Cervantes a Ana María Matute, es una abuelita que escribe muy bien y pronunció un discurso muy celebrado por los asistentes al acto. Hizo un elogio de la invención con palabras como estas. “San Juan dijo: El que no ama está muerto y yo me atrevo a decir: El que no inventa, no vive” Y yo estoy plenamente de acuerdo con esto, por eso me invente a Jeorgina, ¿o me inventó ella a mi?
De cualquier manera, Matute escribe bien y te recomiendo su lectura. En general se consideran sus mejores novelas, la trilogía “Los Mercaderes”, la cual está conformada por “Primera memoria”, “Los soldados lloran de noche” y “La trampa”. Pero también está muy bien “Luciérnagas”. Está novela es del año 1949 y no se pudo editar por la censura de nuestro “querido dictador”, se ha reeditado en 1993. Y seguro que pasas un buen rato leyéndolas. En la red he visto varias.
"Primera memoria" narra el paso de la niñez a la adolescencia, o lo que es lo mismo, la perversión de la inocencia.
Como te hablaba del Cervantes, el Premio, he recordado al otro, al manco. El Quijote, es un libro que siempre se debe de leer, no para leer de un tirón, porque entonces puede atravesarse. No es el mismo Quijote, el que leíamos en el colegio, que el podemos leer ahora. Por eso te voy a recomendar, Jeorgina bonita, que de vez en cuando leas algún capitulo y te dejo este enlace, donde encontrarás una versión fenomenal.
http://quijote.bne.es/libro.html
Como te hablaba del Cervantes, el Premio, he recordado al otro, al manco. El Quijote, es un libro que siempre se debe de leer, no para leer de un tirón, porque entonces puede atravesarse. No es el mismo Quijote, el que leíamos en el colegio, que el podemos leer ahora. Por eso te voy a recomendar, Jeorgina bonita, que de vez en cuando leas algún capitulo y te dejo este enlace, donde encontrarás una versión fenomenal.
http://quijote.bne.es/libro.html
No recuerdo como llamaba, Freud, eso de las asociaciones de ideas. Decía algo así como que las asociaciones libres permiten el afloramiento de sentimientos reprimidos, al final, aplicado a mi caso, las represiones de la libido. Fui adolescente reprimido y ahora viejo verde. No sé, por tanto, si llegare a contaros mis frustraciones sexuales, pero de momento, con esto de las asociaciones, acabo de recordar la tortilla de patatas.
Otra de de las cosas geniales que ha aportado España a la civilización occidental. No solo tuvimos a Cervantes, también descubrimos la “tortilla española”. Yo sé, que los españoles, no fuimos los primeros en descubrir América, la habían descubierto primero los Incas, los Mayas, los Guaraníes y muchos otros pueblos, que les gusto y se quedaron a vivir allí, los españoles llegamos después. Pero Cervantes y la tortilla de patatas son unicamente nuestros.
Te cuento bonita como se hace:
Fríe patatas, cortadas en láminas, en abundante aceite de oliva. Mientras se fríen, con una espumadera las vas troceando, el fuego le bajas un poco, que no esté muy fuerte. Cuando estén fritas, sin quemarse, las dejas que escurran el aceite.
En un bol, de los de Marisa, bates unos huevos, añades un poquito de sal, y lo mezclas con las patatas. En la misma sartén, pero ya sin aceite, lo vuelcas, dejas unos minutitos y le das la vuelta, sujetando el fuerte el mango de la sartén, con un golpe seco de muñeca. También se puede poner un plato encima y voltearle junto con la sartén. Lo vuelves a poner, en la sartén, ahora por la otra cara, otros minutitos y “voila”
"Los extremos de la palabra"
Somos el borrador de un texto
que nunca será pasado en limpio.
Con palabras tachadas,
repetidas,
mal escritas
y hasta con faltas de ortografía.
Con palabras que esperan,
como todas las palabras esperan,
pero aquí abandonadas,
doblemente abandonadas
entre márgenes prolijos y yertos.
Bastaría, sin embargo, que este tosco borrador
fuera leído una sola vez en voz alta,
para que ya no esperásemos más
ningún texto definitivo.
Con esto de la palabra y el texto, he recordado un video de mi Niño, te dejo el enlace, ya verás que lindo es y creo que quiere decir algo similar a lo que se cuenta en el poema.
http://www.vimeo.com/10465588
Pondré una foto para Marisa reina. Es de una bella vivienda unifamiliar, solo le falta la piscina y claro, la vitoceramica. Tiebele (Burkina Fasso)