Ayer me encontré con Rocío, hacia mucho que no la leía –también es virtual, o casi virtual, de esta vi una foto- es una cholita con ojos negros como abismos. Ciertamente no me deprimí, como correspondía a un domingo por la tarde, me entro un come come por dentro, que me hizo estar tan entretenido y alegre.
Rocío, tu solo nombre despeja mis tinieblas.
Que frase más bonita, ¿verdad? No es mía aunque no la entrecomille, es de Laura Restrepo, estoy leyendo una novela suya, “Delirio”, voy por la mitad más o menos, y está muy bien, os la recomiendo a las dos, las dos sois Jeorgina y Rocío, os la puedo dejar cuando queráis.
Hace poco encontré por la red una tesis, trata sobre Literatura y Narcotráfico en México y Colombia, después de leerla me dieron ganas de leer a Laura Retrepo y a Elmer Mendoza y algunos más, de eso ya os contare, pero de Elmer, que si he leído un par de novelas, está muy bien, leer “El amante de Janis Joplin”, es una novela negra, o medio negra, muy tierna. Os dejo aquí el enlace con la tesis, por si la queréis leer, hay muchas referencias de novelas mexicanas y colombianas, claro.
Pero hoy toca también, -aparte de pensar en Roció, y en Jeorgina- recomendar alguna de las novelas de finales del siglo XIX, que fue la mejor época para las novelas, y dentro de esa época a mis mujeres les recomiendo (“mías”, sin sentido de propiedad, mías por recordarlas) las de Eça de Queiros, “El primo Basilio” y “El crimen del padre Amaro”, no he comprobado si están en la red, pero si no las encontráis aquí, os las dejo en papel. No recuerdo que ediciones tengo, la del primo Basilio creo que es del Instituto de Cooperación Iberoamericana, pero puede que no. Lo del primo Basilio, es la historia de un adulterio en Lisboa en el siglo XIX, - y si no conocéis Lisboa, ir en cuanto podáis, le pasa como a Paris, bien vale una misa o dos- y el otro, el del padre Amaro, trata sobre la falsedad y la hipocresía de (algún miembro) la Iglesia. La película mexicana del mismo nombre, no tiene comparación posible con el libro, a pesar del éxito que obtuvo en México y EE UU. No sé, si a los portugueses como Eça de Queiros les llamaban también afrancesados, en España se lo hubiesen llamado, pero Eça, creo que estaba en Inglaterra cuando la escribió, era diplomático.
Ahora estoy recordando otra novela que tambien trata de un adulterio, es de principio del XX, de Ford Madox Ford, "El buen soladado", pero esa puedes esperar para leerla Jeorgina.
Y hablando de iglesias, ¿por qué hablábamos de eso, no? contaré de San Eladio, que era un santo tan humilde, que jamás levanto la vista al cielo por no ofender al Señor, -¡qué bonito!- murió según cuentan en el año 632 y no he podido encontrar ningún milagro, una pena, se celebra el 18 de Febrero.
Hoy ha vuelto el buen tiempo, me han florecido los lilos, en la terraza huela a Jeorgina.
No te enfades Jeorgina por la pequeña infidelidad, Rocío también me gusta. Te sabes ese bolero -Corazon loco- tan bonito que dice:
yo no puedo comprender
cómo se pueden querer
dos mujeres a la vez,
y no estar loco (locooo)
cómo se pueden querer
dos mujeres a la vez,
y no estar loco (locooo)
Le cantaba muy bonito Antonio Machin y ahora El Cigala con Bebo Valdés. Y escuchar el disco de Zenet, "Los mares de China", se lo vi a otra virtual y me ha gustado.
Os tengo que dejar, voy a hacer la cena y como me quedaron unos filetitos de cerdo al jerez, de hace unos dias, voy a preparar unas setas de esas chinas, shii-take, las pondre al horno, con solo un poco de sal y aceite, solo hay que tenerlas como un cuarto de hora. Besos a las tres.
Y esta es la foto de mis lilas.
Ah!!! hombres infieles...
ResponderEliminarMe gustan los consejos pero me pregunto ¿Cuál es el problema con el adulterio??
Ninguno Jeorgina, el adúlterio no es problema nunca, el problema es si se entera el conyuge de uno de los adúlteros y no tiene sentido del humor.
ResponderEliminarHola, estoy leyendo y me pareces un romantico, de los que ya no se llevan, ah, que sepas que escribes muy bien, cocinas bien y ademas te gusta, vamos que pareces una ganga,
ResponderEliminaroire la musica de tu hijo, ya te contare.
Marisa