13 junio 2011

Darth Vader y la música de las esferas

Ya llevamos unos días de verano. Hoy está el cielo de color azul Madrid, copiado de las pinturas de Velázquez, corre una ligera brisa y flotan unas nubes pequeñas y blancas. Está muy bonito Jeorgina bonita.

Marisa reina me ha enviado el enlace de una canción de Miguel Rios porque cree que a muñequita podría gustarle. Ya me veo bailando con ella, con "Muñequita" claro, agarraditos los dos en un jardín de verano viendo pasar las nubes. http://youtu.be/ZqJtogbUaio

Gatita” busca la sombra para dormir y se está haciendo “friqui”, le “molan” los personajes de “La guerra de las Galaxias” y sobre todo el lado oscuro, su ídolo es Darth Vader, se ha comprado una careta de él. A estos jóvenes no hay quien les entienda. Lo que me alegra es que también aprecie la poesía de Oscar Hahn, este poema le gusta.

Partitura
La música de las esferas
no la produce la rotación
de los planetas en el cielo
     si no la frotación
de los cuerpos en la tierra

El viernes no pude escribir, había una fiesta en casa y tuve que cocinar, vinieron muchos e hice, Jeorgina bonita, unas empanadas riquísimas. Una de verduras con berberechos y la otra de pimientos verdes con caballa, todo un éxito de crítica y público. La de verduras, llevaba brócoli, puerro, judías verdes, un poco de cebolla y los berberechos y la otra la hice con mucha cebolla, pimiento verde, tomate y caballa en aceite. En la fiesta había muchas muñequitas y duró hasta altas horas de la madrugada.

Ya no recuerdo a cuantas personas hay que matar para que te persigan por crímenes contra la humanidad, pero en Libia con la ayuda de Gadafi, cuentan algunas fuentes, que ya hay 10.000 cadáveres y en Siria al parecer no los cuenta nadie y también deben de llevar lo suyo. Y pensar que en estos países se creían que había llegado la primavera…

Me escribe Jeorgina bonita, poniéndome a bajar de un burro, dice que soy un viejo verde rijoso y mujeriego. Y tampoco creo que lo sea tanto a mí me gusta “Muñequita”, las demás están guapas, pero casi ni las miro. De paso me recomendó la lectura de Nabokov y en eso estamos de acuerdo, pero fíjate Marisa reina lo que me envía:

“Se lo mala que soy, pero tenía que  obtener una pequeña revancha de tanto amorío, desayunos con unas, almuerzos con otras, persecuciones en trenes, sueños eróticos y obsesiones  paras la cuales pensaba recomendarte un “Manual para desenamorarse” de Chinquinquira Blandon, del cual pasaría a indicarte que leyeras ya la segunda parte que  comienza con el proceso de desenamorarse y pasar a pertenecer a la clase de ex enamorados anónimos. Nada de andar ventilándolo por el éter.

¡Pero inmediatamente saltó a mi recuerdo Humbert Humbert. El profesor cuarentón obsesionado por la doceañera  Lolita, personajes de la novela “Lolita” de Vladimir Nabokov.

Nabokov es un autor con enorme respeto hacia las historias, nos muestra tal cual son o, como en este caso, tal cual lo siente el protagonista, sin contaminar  con opiniones o juicios, virtud de la  que estamos un poco  faltos en los tiempos que corren Puede parecer escandalosa pero es intensa, frágil, delicada,…no sé cómo describirla. Quizá por eso las dificultades que tuvo el autor para publicarla en los cincuenta.

Lolita tiene todos los ingredientes que hacen que una lectura se vuelva imperdible: sadismo y manipulación por parte de una pequeña que tortura a un enfermo, un pervertido que la lleva consigo en una paranoica carrera por el paisaje estadounidense. Es también es una historia de amor, un relato policíaco, la autobiografía de  un demente, un recorrido por las miserias del amor que  nos hace asomarnos a nuestras propias ruindades.

Un gran personaje ese  Humbert Humbert, inteligente, divertido, de pico de oro, pero le pierde su pasión por las nínfulas y Lolita es la reina de todas ellas. Ella le hace dar salida a todos sus impulsos sexuales. Jeorgina me dice que cree que mis sueños tienen mucho que ver con esto y no necesita ser psicóloga para analizarlo.

Como le conté que estaba haciendo un curso de tele-operadora y eso de las páginas web que me tiene de cabeza, dice que le recuerdo a “Pnin”, un personaje de la novela homónima de Vladimir Nabokov

Pnin narra la historia Timofey Pnin, un ruso de la emigración que se gana la vida dando clases a media docena escasa de alumnos desganados que acuden a su aula como quien va a ver una película de Buster Keaton. Pero los verdaderos enemigos del inefable e infeliz Pnin son los extraños artilugios de la modernidad: coches, electrodomésticos y demás máquinas que, al menos a él, no le facilitan precisamente la vida. ¿Dime si no es tal lo que te está pasando? Y también los mezquinos intereses y la mediocridad de sus colegas, una pandilla de ambiciosos profesorzuelos que ponen a prueba su infinita paciencia…

Pero ojo, el doctor-narrador, de la historia, además de un aparente mentiroso, demasiado imaginativo, y de fundar su historia en relatos de otras personas, resulta que tiene la extraña propiedad de convocar a su alrededor duplicados de personas, como en el caso de la universidad en la que coincidieron hasta seis Pnin distintos, o en el caso de Thomas Wynn (twinn) que parece ser una persona un tanto "difusa" con la virtud de parecer siempre otro. Te invito a leer  esta obra que tiene un gran sentido del humor.
 
A Marisa reina le gusto mucho la poesía de Oscar Hahn y a Jema guapa no lo sé, pero supongo que también. Por eso pondre otra de él, de su libro "Pena de Vida" (2008)

CITA
Compré sábanas rojas
de la tela más suave

aunque sé que no pueden competir
con la suavidad de tu piel

Las compré de color rojo
para que tu cuerpo blanco

tendido en las sábanas

fuera el verso de Góngora:
"o púrpura nevada o nieve roja"

Y cuando te acostaste
desnuda sobre mi cama

el verso se hizo carne

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