No sé qué os parecerá a vosotras Jeorgina y Marisa, -sois mujeres y puede ser que lo entendáis mejor- pero la gata esta ahora muy pesada pidiéndome unas bolas chinas, dice que para mejorar los ejercicios de Kegel. No me había dicho nada, pero parece que lleva ya unos días haciendo los ejercicios, algunas veces si había notado que respiraba profundamente y contaba con los dedos, la primera vez que me di cuenta me pareció que contaba hasta seis. ¿Se las compro o la llevo a hacer pilates?
Fíjate Jeorgina bonita lo que vi esta mañana, cuando iba al trabajo.
En el balcón, la jaula del canario cuelga en un lateral, está encendida y suena; las macetas que están debajo de ella, en el suelo, unas están encendidas y otras apagadas. Las apagadas, dos de un color negro, sujetan unas hojas lacias que parecen lenguas de color morado desvaído. En el centro del balcón, hay tres macetas encendidas pero no suenan, tienen unas flores de geranio en color rojo brillante, por eso supe que estaban encendidas. No todas tienen el mismo color rojo. Una cuerda cruza el balcón a lo largo y de ella cuelgan unas prendas interiores, algunas blancas otras negras, no se si están encendidas o apagadas, no se mueven.
Las hojas de cristales del balcón están entreabiertas y se ve la oscuridad del interior, y también suena música, pero no sé si está encendida la radio. Por la rendija del balcón se asoma un hombre en camiseta, es una camiseta blanca de hombreras y se cubre las piernas con un pantalón de pijama de rayas moradas, entonan con las hojas de las macetas apagadas.
Es un hombre mayor, con poco pelo canoso y vigila la calle, busca algo o a alguien. Ya lo sé, está buscando a “Muñequita”, otro más que busca a “Muñequita” ¿Cuántos habrá buscando lo mismo? Y en el balcón la botella de butano permanece impasible escuchando al canario.
Manuel Altolaguirre (1905-1959) escribió esto sobre él y la luz.
Yo y la luz
Yo y la luz te inventamos,
ciudad que ahora en un alba
de fantasía y de sol
naces al mundo;
ciudad aún imprecisa,
con sangre, luz y ensueño
en tus blancas fachadas.
No sé qué madrugada
sobre los edificios voy dejando,
ni qué sol mañanero
ilumina la vega, el mar, las calles,
interiores en mí.
Hemos cambiado
mundo y yo nuestras luces.
Fíjate Jeorgina bonita lo que vi esta mañana, cuando iba al trabajo.
En el balcón, la jaula del canario cuelga en un lateral, está encendida y suena; las macetas que están debajo de ella, en el suelo, unas están encendidas y otras apagadas. Las apagadas, dos de un color negro, sujetan unas hojas lacias que parecen lenguas de color morado desvaído. En el centro del balcón, hay tres macetas encendidas pero no suenan, tienen unas flores de geranio en color rojo brillante, por eso supe que estaban encendidas. No todas tienen el mismo color rojo. Una cuerda cruza el balcón a lo largo y de ella cuelgan unas prendas interiores, algunas blancas otras negras, no se si están encendidas o apagadas, no se mueven.
Las hojas de cristales del balcón están entreabiertas y se ve la oscuridad del interior, y también suena música, pero no sé si está encendida la radio. Por la rendija del balcón se asoma un hombre en camiseta, es una camiseta blanca de hombreras y se cubre las piernas con un pantalón de pijama de rayas moradas, entonan con las hojas de las macetas apagadas.
Es un hombre mayor, con poco pelo canoso y vigila la calle, busca algo o a alguien. Ya lo sé, está buscando a “Muñequita”, otro más que busca a “Muñequita” ¿Cuántos habrá buscando lo mismo? Y en el balcón la botella de butano permanece impasible escuchando al canario.
Manuel Altolaguirre (1905-1959) escribió esto sobre él y la luz.
Yo y la luz
Yo y la luz te inventamos,
ciudad que ahora en un alba
de fantasía y de sol
naces al mundo;
ciudad aún imprecisa,
con sangre, luz y ensueño
en tus blancas fachadas.
No sé qué madrugada
sobre los edificios voy dejando,
ni qué sol mañanero
ilumina la vega, el mar, las calles,
interiores en mí.
Hemos cambiado
mundo y yo nuestras luces.
"Me pediste que te hablara de amores o demonios y entonces recordé del libro de Gabriel García Márquez, “Del amor y otros demonios”
En Cartagena de las Indias, durante la época del virreinato, vivió una joven de cabello rojizo excepcional, que se pensaba estaba poseída por el demonio porque un perro rabioso la había mordido. Sierva María de los Ángeles era su nombre y fue recluida en un convento para curarla con exorcismos, pero entre la locura, la verdad, la posesión demoníaca y la religión, surge un amor frustrado por la cerrazón de la Iglesia y el Santo Oficio, que finalmente culmina en la muerte.
Pero me pareció demasiado triste… Y como estamos en esto del amor mediático he sabido de un libro de Daniel Glattauer (Viena, 1960). Su novela, “Contra el viento del norte”, se convirtió en un best seller traducido a treinta y dos idiomas, y también ha tenido gran éxito en forma de radionovela, obra de teatro y audiolibro.
En Cartagena de las Indias, durante la época del virreinato, vivió una joven de cabello rojizo excepcional, que se pensaba estaba poseída por el demonio porque un perro rabioso la había mordido. Sierva María de los Ángeles era su nombre y fue recluida en un convento para curarla con exorcismos, pero entre la locura, la verdad, la posesión demoníaca y la religión, surge un amor frustrado por la cerrazón de la Iglesia y el Santo Oficio, que finalmente culmina en la muerte.
Pero me pareció demasiado triste… Y como estamos en esto del amor mediático he sabido de un libro de Daniel Glattauer (Viena, 1960). Su novela, “Contra el viento del norte”, se convirtió en un best seller traducido a treinta y dos idiomas, y también ha tenido gran éxito en forma de radionovela, obra de teatro y audiolibro.
Ya no hablamos de “El amor en tiempos del cólera” ni “Del amor y otros demonios”, ahora hablamos del amor en tiempos del e-mail. La novela es una variación electrónica de la novela epistolar clásica, e internet es como el mensajero del amor.
Te cuento que Emmi Rothner envía e-mails a la que cree es la dirección de correo de la revista Like, pidiendo que se le anule su suscripción. Le contesta un confundido Leo Leike, explicándole que se ha equivocado al escribir el correo. Mensajes y meses más tarde, Emmi envía un email masivo a Leo: "Feliz Navidad y un próspero año nuevo, les desea..." De esta forma comienza la singular comunicación entre dos personajes que nunca se han visto.
Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Dicen que es muy plausible lo que allí cuenta. Tú ¿qué crees? Qué opinas ¿los enamorados deben verse aunque fuera solamente una vez?
Te cuento que Emmi Rothner envía e-mails a la que cree es la dirección de correo de la revista Like, pidiendo que se le anule su suscripción. Le contesta un confundido Leo Leike, explicándole que se ha equivocado al escribir el correo. Mensajes y meses más tarde, Emmi envía un email masivo a Leo: "Feliz Navidad y un próspero año nuevo, les desea..." De esta forma comienza la singular comunicación entre dos personajes que nunca se han visto.
Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Dicen que es muy plausible lo que allí cuenta. Tú ¿qué crees? Qué opinas ¿los enamorados deben verse aunque fuera solamente una vez?
Pero no faltan las que dicen que es como leer un chat de maduritas a la caza del amor de su vida una vez que una prolongada relación matrimonial ha puesto a cada uno en su sitio, y que los mails son pura ñoñez. ¡Esto me ha deprimido! En fin Arsenio… este tema de amores y demonios me ha dejado en el infierno…"
Los enamorados deberían por lo menos verse dos veces. Yo voy a enviar correos a muñequita@hotmail.com y ya veremos quién contesta, si contesta. Bien mirado, debería enviar el correo a la revista Paris-Match y esperar. Y mientras seguiré leyendo a Jeorgina bonita que es la única que me entiende y además no es ñoña, lo que no se es si yo la entiendo a ella.
Si, voy a poner unos versos para Jema guapa y este de trino yo creo que está bien, a mí también me dais luz al alma las tres . También es de Manuel Altolaguirre.
Trino
Quiero vivir para siempre
en torre de tres ventanas,
donde tres luces distintas
den una luz a mi alma.
Tres personas y una luz
en esa torre tan alta.
Aquí abajo, entre los hombres,
donde el bien y el mal batallan,
el dos significa pleito,
Trino
Quiero vivir para siempre
en torre de tres ventanas,
donde tres luces distintas
den una luz a mi alma.
Tres personas y una luz
en esa torre tan alta.
Aquí abajo, entre los hombres,
donde el bien y el mal batallan,
el dos significa pleito,
Quiero vivir para siempre
en torre de tres ventanas.
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