23 mayo 2011

"Muñequita" en el tren de las 7.21 con patatas a la riojana.

"Gatita" no quiere leer más y ahora solo juega con su rata.

En las elecciones municipales y autonómicas de ayer, gano el partido de la derecha –PP- por bastantes votos, lo cual quiere decir que los ciudadanos prefieren a esos políticos, aun con sus supuestos casos de corrupción. Enhorabuena y ojalá se esmeren en los gobiernos que les han encomendado los votantes.

Los jóvenes de la Puerta del Sol van a seguir una semana más, y ayer decían, “Si votar fuera útil estaría prohibido”. Pero la participación en las elecciones aumentó algo con respecto a votaciones anteriores.

En la ciudad de Córdoba la izquierda pierde muchísimos votos y la mayoría de ellos, según parece, van a parar a un nuevo partido, -Unión Cordobesa- liderado por un constructor imputado en el mayor escándalo urbanístico de todos los tiempos.

Y en Uruguay se sigue con la Ley de Caducidad, -una especie de amnistía a militares de la dictadura (1973-85)- hace un par de días la cámara legislativa no fue capaz de derogarla y para más inri, la ley es inconstitucional según la Suprema Corte de Justicia. Los problemas de la vida diaria no se resuelven ¿para quésirven los políticos? En todo el mundo es igual ¿es esta la democracia que queremos?

Lo mejor para estos casos es cocinar y esperar que el tiempo vaya pasando.
Haz, Jeorgina bonita, unas “Patatas a la riojana”
Se sofríe una cebolla picada, junto con un pimiento verde, también picadito, se pone una cabeza de ajos entera, un par de chorizos frescos troceados y unas hojas de laurel y una guindilla entera. Agrega las patatas troceadas y las cubres de agua, lo dejas cocer como 20 minutos. Retira la guindilla y la cabeza de ajos. Añade la carne de un pimiento choricero, que habías puesto en remojo, y un par de dientes de ajo -de la cabeza que retiraste- bien aplastaditos y con un poco de perejil picado, dejas que de un hervor todo junto y en cuanto estén las papas, te lo comes. Por si no lo sabes, la guindilla es el chile picantito, no lo que dicen algunas veces los mexicanos, y el pimiento choricero es un chile rojo, no picante y seco. Las patatas al cortarlas, las chascas un poco y de esa forma el caldo te quedará un poquito espeso.

A pesar de la cocina o quizás por ello, al cocinar da tiempo a pensar en otras cosas.
Mientras cocinaba con hablábamos que esto de las elecciones nos deja a todos contentos, porque es la voluntad popular. Pero me hacia algunas reflexiones, y después de tomar la papas, me ha enviado estas, como la gata y yo estamos de acuerdo, te las cuento Jeorgina bonita.

"Hay un sistema político-económico tal que unos individuos son dueños de los medios de producción, y otros son asalariados. El concepto de "beneficio" significa justamente la "plusvalía" sustraída a los trabajadores. El Socialismo propone socializar los medios de producción, y que el "beneficio" vuelva a los trabajadores en forma de nuevos y mejores medios productivos, nuevos y mejores servicios públicos, etc.
Esto está más claro que el agua.
 

Pero, en cualquier caso, sea cual sea el sistema político-económico que queramos o quisiéramos, tenemos que reconocer que éste es promovido, desempeñado, impuesto o expuesto, practicado, elaborado, creado, pensado, parido, elegido, sufrido, vivido... POR HUMANOS (DEMASIADO HUMANOS).
 

Los humanos funcionamos absolutamente sumergidos en una MORAL-CULTURA-COSTUMBRES-MANÍAS-MODAS-CAPRICHOS-VALORES-CREENCIAS, y no sólo respondemos a nuestras necesidades básicas. Eso sí, toda posible CULTURA se asienta sobre la base de que sus prácticas garantizan la satisfacción de las necesidades básicas y de supervivencia de los individuos y de la especie (o sea, nunca ha existido una cultura que tuviera por moda sacrificar a todas los niños a los 10 años... Si existió tal cultura, desapareció en una generación y nadie volvió a saber de ella) la CULTURA es A CORTO Y MEDIO PLAZO, siempre y necesariamente sostenible.
 

En la época de MARX, las condiciones de los trabajadores estaban al límite de las necesidades básicas: era, sin duda, un momento propicio para un cambio cultural (Marx lo aprovechó en términos de "momento para la creación de una nueva conciencia": la conciencia de clase, por ejemplo.)
 

En la actualidad, la mayoría de humanos del planeta está al límite de las necesidades básicas: es, sin duda, un momento propicio para el cambio cultural.
Sin embargo, esta mayoría de humanos del planeta ni siquiera participa de nuestra cultura-moralidad: nosotros, con nuestra moralidad (y nuestras armas) nos plantamos en donde queremos y hacemos lo que queremos.
 

Esto quiere decir que AQUÍ (en los países del primer mundo) NO NECESITAMOS NINGÚN CAMBIO CULTURAL, porque por el momento AQUÍ no corre peligro nuestra supervivencia (incluso después de 3 años de crisis, en España, y en el mundo desarrollado, no ha habido ni un sólo muerto de hambre; en seis meses de sequía en Somalia, hay 500.000 muertos).
 

Aquí estamos bien. Aquí no es un momento propicio para que nuestra cultura cambie (para que dejemos de consumir estupideces, de forma insolidaria, la insolidaridad nos está viniendo demasiado bien, nos gusta mucho eso de acumular gilipolleces, ser más ricos que el vecino, etc. Y como no nos ha ido mal, pues lo perpetuamos.
 

Nuestros políticos pertenecen enteramente a nuestra cultura. Es natural, por tanto, que consuman estupideces también ellos, y que les guste... La insolidaridad les ha venido muy bien también a ellos. Nuestros políticos son iguales que nosotros, más o menos. Ni más listos ni más tontos. Ni más responsables ni menos. Aquí la "izquierda" no existe (me refiero a una "izquierda moral", o existe sólo puntualmente, en unos pocos ciudadanos sin representación en el parlamento, porque ni siquiera hay un partido que lo defienda).

Yo me supongo, entonces, que los problemas están más bien FUERA, o sea en los países "pobres" (los países no son pobres, la gente es pobre teniendo países ricos en todo). La "conciencia de clase" hay que crearla fuera. ¿No?... ¿Pero de qué clase es el negro africano, que se pasa el día de brazos cruzados, esperando a Godot mientras sólo puede oír el rugir de sus tripas, el chascar de dientes de sus hermanos por las tiritonas de la malaria, etc. Porque este negro, de África, no es NI SIQUIERA trabajador, ni esclavo ni nada (lo mismo pasaban menos hambre cuando eran esclavos)... No sé de qué hay que crearles conciencia a esos pobres... "

 Hoy me encontré con "Muñequita" y con un retraso de casi cuarenta años, me he enamorado de ella. "Muñequita" es una de esas amigas virtuales de juventud, que luchaba con todo su corazón por cambiar el mundo y después de dejarse casi la piel, se encuentra con lo que tenemos. Nada ha cambiado o casi nada, ahora podemos decir lo que pensamos, pero al final quien dice lo que tenemos que pensar y comprar son otros. Otro día te contare más cosas de ella Jerogina bonita y recuerda que tu eres la primera.

Lo que cuenta Oscar Hahn en este poema, es la desventura que me pasa a mí todas las mañanas, al coger el tren de las 7.21 para ir al trabajo. No me “desventuro” mas, porque no veo a "Muñequita" huyendo por las escaleras mecánicas del Metro. Oscar es chileno como Jema, por eso lo puse.

En una estación del metro

Desventurados los que divisaron
a una muchacha en el Metro


y se enamoraron de golpe
y la siguieron enloquecidos


y la perdieron para siempre entre la multitud

Porque ellos serán condenados
a vagar sin rumbo por la estaciones


y a llorar con las canciones de amor
que los músicos ambulantes entonan en los túneles


Y quizás el amor no es más que eso:

una mujer o un hombre que desciende de un carro
en cualquier estación del Metro

y resplandece unos segundos
y se pierde en la noche sin nombre


Te voy a recomendar hoy, Jeorgina bonita, a un escritor casi coterráneo tuyo, un argentino, lee a Marco Denevi si no lo hiciste y si lo hiciste, reléele. Denevi fue, según él, un ejercitador de las letras y debe de ser verdad. Nació en 1922 y murió en el 98. Tiene unas novelas y unos cuentos muy buenos.

Deberías leer “Rosaura a las diez”, es como una novela de misterio, con unos personajes estrafalarios y ambiguos, pero debajo de todo eso, deja ver una concepción de la existencia como la de algo caótico y disgregado, un inquietante doble juego en que se ven envueltos el ser y la imagen que de él reflejan los cristales de una puerta giratoria. Y al gato de la pensión donde se hospeda el protagonista, le pasa como a "Gatita", no es animal.

Y tiene también un libro – tiene más- de relatos breves “Falsificaciones” con unos relatos esplendidos. Obras de él, por aquí, en el éter, hay bastantes, las he visto. Pídemelas si no las encuentras.

También puedes leer “Manuel de historia”, esta novela, que no es muy larga, la escribió inspirado en la definición que hizo Octavio Paz de la República Argentina, "País sin historia donde todo es pura aspiración". Es otro juego de espejos, esta obra está tan colmada de alusiones y de sugestiones que hay que leerla despacito.

Y ahora los versos para Jema guapa, que el viernes no le puse verso. Son de Nicanor Parra y me los buscó Jeorgina bonita para ella, o para mí. ¿Nos dedicamos al zen, Jeorgina? Nicanor Parra es también paisano tuyo Jema guapa. Nació en Iquique, donde si recuerdas, en el siglo pasado asesinaron 8.500 obreros de las salitreras que protestaban por unas condiciones de trabajo dignas. Cantaban sobre ello, y muy bien, los Quilapayun.

El Hombre Imaginario

El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaría
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario


De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios


Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios


Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario


Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindo su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario 



Esta viñeta es de Nicanor Parra
(De Artefactos, 1972)



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